domingo, 15 de febrero de 2009

¡BASTA AMIGAS, DIGAMOS NO A LOS INFIELES!


No parece importarle a la mayoria de los hombres la obligacion de la fidelidad a su pareja, aún cuando aseguren que son completamente felices y que nada les hace falta. No parece ser suficiente el hecho de que la establildad emocional y en ocasiones familiar, de la que gozan algunos amantes clandstinos, sea mas fuerte que su constante afición a sostener relaciones extramaritales, o como se dice en el argot, aventurillas.
Un problema cultural y hasta de identidad que manifiestan los hombres machos de nuestro entorno, es esa constante cosquillita por las conquistas de mujeres prohibidas. Basta con que alguna compañera de trabajo tenga un gesto amable con ellos, para que de inmediato den por hecho que quieren algo mas que una relacion de compañeros, es decir, como además de todo se sienten los galanes consumados, pues es casi una regla para ellos que ninguna mujer puede ser amable nadamas por que si, claro, lo mas seguro es que quiere un acoston (digo, como ademas el hombre es rubio, de ojo verde, pelo en pecho, cuerpo atletico, cartera repleta y auto deportivo a la puerta, psss).
Pero hay una desventaja que tenemos las mujeres en este asunto de la infidelidad; quien sabe por que razon en ocasiones cedemos a las proposiciones indecorosas de hombres casados o con pareja estable. Basta con una cenita en un restaurante elegante, unos tequilitas, una musica suave y una buena estartegia del galan clandstino, para que sin mayor problema, terminemos entrgandoles lo que quierean, pese a que con todo y que son casados, panzones, vulgares, sin fortuna y con muchps hijos que mantener, por que caemos como pincipiantes a sus muy variadas y reutilizadas tacticas conquisteras, como la infalible 3.1416 mediante la cual manejan el clasico: "es que tengo muchos problemas con mi mujer por que no me entiende" y ay vamos sus pendejas a caer redonditas a sus deseos.
Luego la cosa se complica pues nosotras nos ilusionamos y ellos, ay amigas, ellos solo querian saciar sus bajos instintos con las inocentes palomitas que una vez mas, nos dejamos engañar por sus tretas de amentes habituales. Lo que mas coraje me da, es que al otro dia lo encuentro de la mano con su mujer y con la desfachatez que caractriza a este tipo de sujetos, me saluda indiferente como si nada hubiera pasado la noche anterior.
Pero saben que, nosotras tenemos la culpa por pendejas. Nosotras tenemos la culpa por dejarnos llevar por sus mentiras y sus falsas promesa, si en el fondo ya lo sabemos, si desde luego que ya sabemos que asi son, lo que pasa es que nos prestamos al jueguito ese por que tambien nos encanta la puteria, total al fin tenemos la excusa de decir "es que me engaño, me prometio que se iba a separar" jajajajaja, ay amigas esa ya no se la creen ni las niñas de secundaria, por favor...
Por eso ya decidi que no me voy a prestar mas a sus juegos. Por eso las invito a recuperar nuestra dignidad y no hacerles grueso el caldo, hay que asegurarnos que estos amantes de pacotilla ya no se salgan con la suya y regresemos la dignidad a las mujeres, a todas, ya no lo merecemos...

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